El Papel de las Mujeres Antes la Revolución
Desde los años de 1936 hasta 1979 la vida nicaragüense
no era fácil para la mayoría de la gente en Nicaragua y especialmente para las
mujeres. Los nicaragüenses vivían bajo la dictadura de la familia Somoza y las
mujeres no tenían una voz para nada. Ellas tenían muchos menos derechos que los
hombres quienes ya tenían derechos limitados. Los papeles disponibles para las
mujeres eran típicos para una nación pobre latinoamericano: mujeres de la clase
alta eran esposas trofeo con empleados para hacer los quehaceres de la casa,
mientras las mujeres pobres trabajaban fuera de la casa y criaban a sus hijos:
frecuentemente con el sufrimiento desgarrador.[1]
Las mujeres pobres tenían que tomar cualquier trabajo que podían encontrar.
Peor, mujeres de cada edad tenían que trabajar. Una mujer quien se unió con los
Sandinistas se acuerda de su vida antes de la revolución y de las dificultades.
Ella vendía pan por las mañanas antes de escuela, dulces durante su pausa para
almuerzo, y después de escuela frutas, huevos, azúcar, o cualquier más podía
encontrar.[2] Pero
el modo de vida era peor para las que vivían en el campo. Estaban Manjarreth
Montoya, quien nació en 1920 a una familia pobre campesina, creció en una casa
de un cuarto hecho de palos y barro, ella y sus nueve hermanos y su padre eran
analfabéticos.[3]
Este tipo de vida era muy común para las mujeres. Ellas tenían que vacilar de
un lugar al otro para encontrar empleo para soportar a sus familias, y nunca
recibían ayuda del estado. Ellas eran prácticamente invisibles. Mientras los
ricos gozaban de las riquezas de la vida, diferente a los pobres, la vida para
las mujeres ricas tampoco era buena. Según Leonor Argüello de Hüper las mujeres
ricas ‘no debían pensar, no se nos concede el privilegio de saber nada, una
mujer debía quedarse a casa.[4] Debido
a estas condiciones y falta de derechos un gran número de mujeres decidieron a
unirse con los Sandinistas.
Campesinos Pobres
Mientras pasaron los años
debajo la familia Somoza más y más nicaragüenses se pusieron enojados con su
estado y empezaron a crear grupos políticos y guerrilleros en su contra, el con
el más éxito siendo la FSLN, Frente Sandinista de Liberación Nacional, o
también conocido como los Sandinistas. La FSLN estaba fundada en 1961. Tan
pronto como 1969 la FSLN había tratado de organizar a mujeres en la revolución.[5] Este
intento fracasó, pero dio a las mujeres la voluntad para empezar a luchar para
sus derechos. En 1972 la FSLN finalmente se puso popular cuando un terremoto
golpeó a la capital Managua debido a la falta de ayuda desde la familia Somoza.
A partir de entonces la familia Somoza empezó a perder poder en Nicaragua. Para
combatir el estado, las mujeres empezaron a organizar. Ellas querían mejorar
sus vidas en cuanto a empleo, educación, y estado social. Además de unirse con
la FSLN, en 1977 ellas fundaron AMPRONOC, Asociación de Mujeres Nicaragüenses Careándose
los Problemas de la Nación.[6]
Después de unirse con estos grupos, las mujeres empezaron a tratar de mejorar
las vidas para todos en Nicaragua. Pero su más grande batalla estaba a punto de
venir.
niños campesinos
Manifestantes Contra Somoza
[1] Isbester,
Katherine. Still Fighting The Nicaraguan Women's Movement, 1977-2000.
Pittsburgh : University of Pittsburgh Press, 2001. Print.
[2]
Isbester, 1
[3]
Isbester, 25
[4]
Isbester, 25
[5] Lorde Bolaños, Dr. Mayra,
Monterrey, Glenda, Pineda, Amanda. Nicaragua a New Kind of Revolution.
Compiled by Zwerling, Philip, and Connie Martin 1st ed. Westport: Lawrence Hill
and Company, Publishers, Inc. , 1985. Print.
[6]
Monterrey, 90
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